Vivimos unos tiempos muy dinámicos, la nueva era con la tecnología y las comunicaciones globalizadas han provocado un aceleramiento de las cosas de forma insólita, esto también afecta a las personas y sus conductas, a medida que cambian los tiempos también cambian las personas, cambian los estilos de liderazgo. Actualmente la gente busca nuevos tipos de líder que le ayuden a lograr sus metas. Históricamente han existido cinco edades del liderazgo (y actualmente estamos en un periodo de transición hacia la sexta). Podemos mencionar:
1.- Edad del liderazgo de conquista.
El líder de esta época es un líder imponente, autoritario y todopoderoso, se le considera líder porque era la imagen que respetaban y deseaban, Se impone mediante la conquista, La población era temerosa e insegura, requerían alguien que los representara por completo, incluso a cambio de su propia libertad, de allí se presenta ese líder omnipotente; estos líderes se llenaban de poder y se les subía a la cabeza volviéndose dominantes y despóticos le garantizaban a la gente seguridad a cambio de su lealtad y por supuesto de sus impuestos.
En esta etapa La religión y el misticismo fue una herramienta de control muy poderosa
2.- Edad del liderazgo comercial.
Unos de los aspectos que surgieron al comenzar la Revolución industrial es que la gente comenzó a sentir menos miedo, surgió la idea de la autosuficiencia, de lograr la autonomía personal entonces fueron apoyándose en aquellos líderes que le proporcionaban esa sensación de apoyo, que les señalaban el camino para surgir y mejorar, ayudarlos a mejorar su calidad de vida, a cambio de ellos estaba la disposición de ceder parte del control a ellos.
3.- Edad del liderazgo de organización.
Una edad lleva a la otra, a medida que la población mejora su calidad de vida se vuelve más exigente, se marcan las clases sociales y un sector de la población decae mientras el grueso surge y mejora, los estándares de vida se vuelven más refinados y es más fácil lograrlos, el esfuerzo genera resultados tangibles, de allí surgen nuevas necesidades en la población, es al hecho de “pertenecer” a un espacio o grupo, al reconocimiento y la valoración, de allí surgen los elementos motivacionales para organizarse como comunidad y en grupos específicos.
4.- Edad del liderazgo e innovación.
Una población autónoma, exigente y crítica comienza pedir cambios, a buscar evolucionar en su manera de vivir, exige novedades, cosas nuevas, se aburre de la rutina ya que cuenta con más tiempo libre y ha logrado cubrir sus necesidades básicas.
Esta necesidad crea la innovación, nuevos artículos, cambios, creatividad, con frecuencia los productos y métodos se volvían obsoletos antes de salir de la junta de planeación. Los líderes del momento eran aquellos que eran extremadamente innovadores y podían manejar los problemas de la creciente celeridad de la obsolescencia.
5.- Edad del liderazgo de la información.
Las tres últimas edades se han desarrollado extremadamente rápido (empezó en la década del 20) en el presente se ha hecho evidente que en ninguna compañía, empresa, corporación organización o grupo familiar puede sobrevivir sin líderes que entiendan o sepan cómo se maneja la información. El líder moderno de la información es aquella persona que mejor logra manejar y aprovecharse de los datos disponibles, aquella que la interpreta más inteligentemente y la utiliza en la forma más moderna y creativa.
6.- Liderazgo en la “Nueva Edad”.
Las características del liderazgo que describiremos, han permanecido casi constante durante todo el siglo pasado. Pero con la mayor honestidad, no podemos predecir qué habilidades especiales requieren nuestros nuevos líderes en el futuro. Podemos hacer solo conjeturas probables. Los líderes necesitan saber cómo se utilizan las nuevas tecnologías, van a necesitar saber cómo pensar para poder analizar y sintetizar eficazmente la información que están recibiendo, a pesar de la nueva tecnología, su dedicación debe seguir enfocada en el individuo. Sabrán que los líderes dirigen gente, no cosas, números o proyectos. Tendrán que ser capaces de suministrar la que la gente quiera con el fin de motivar a quienes están dirigiendo. Tendrán que desarrollar su capacidad de escuchar para describir lo que la gente desea. Y tendrán que desarrollar su capacidad de proyectar, tanto a corto como a largo plazo, para conservar un margen de competencia.